Círculo de la Violencia

La violencia se repite una y otra vez pasando por diferentes momentos, el CÍRCULO DE VIOLENCIA es una forma muy simple para entender esto.
PRIMER MOMENTO
Acumulación de tensión.
El/la agresor/a se encuentra mal humorado/a, esta celoso/a y hace reclamos injustos, se muestra posesivo/a, auotoritario/a y controlador/a, amenenaza con golpes humilla e insulta, en esta etapa la violencia se presenta más con agresiones verbales y psicológicas que físicas.
SEGUNDO MOMENTO
Etapa aguda.
La violencia física puede empezar con empujones y seguir con golpes, incluso puede concluir con violación o la muerte.
Una vez que el ataque comenzó, sólo el/la agresor/a lo puede detener, es incapaz de ver o escuchar a la persona agredida, su furia no tiene que ver con lo que haya hecho la persona agredida sino con un proceso interno.
TERCER MOMENTO
Luna de miel (arrepentimiento).
Más tranquilo/a el/la agresor/a se arrepiente y promete que nunca mas se repetirá, pide perdón.
En general la persona agredida piensa que esto durará mucho tiempo.
El agresor niega la gravedad de la acción.
La persona agredida piensa que ella es culpable y que se lo buscó.


LA DURACIÓN DE CADA MOMENTO ES VARIABLE, PERO CUANDO MÁS SE AGRAVA LA SITUACIÓN, LA PRIMERA Y LA TERCERA FASE SON MÁS CORTAS, Y LA SEGUNDA CADA VEZ ES MÁS PELIGROSA.


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Divorcio, Fácil o Difícil Decisión?


El matrimonio se sigue considerando socialmente como la institución aceptada para la conformación de una familia, pero socialmente sus objetivos se han modificado con el paso del tiempo. Las y los jóvenes pueden relacionarse sexualmente sin que esto implique necesariamente un compromiso matrimonial. La modernización y globalización han trastocado los ideales añejos que sobre el matrimonio se tenían en las grandes urbes, mas no así en muchas regiones del interior de la República.

Como razones comunes para establecer un matrimonio se señalan las siguientes:

* La conformación de una familia basada en el amor.
* La búsqueda de compañía.
* La satisfacción de expectativas, en donde las parejas esperan obtener ciertos beneficios; cuentan con que el matrimonio les va a satisfacer sus necesidades emocionales y económicas.

La búsqueda de una pareja se ajusta en no pocas ocasiones a la concepción personal del ideal romántico; mencionando algunas características de este ideal:

* El amor es un estado emocional espontáneo, integrado por una activación fisiológica, una confusión de sentimientos, una absorción intensa y un deseo abrumador.
* Se cree que el amor puede surgir a primera vista.
* Se piensa que el amor es ciego (el enamorado no se da cuenta de las fallas o limitaciones de la persona amada).
* Existe la creencia de que ningún obstáculo es tan grande para interponerse al verdadero amor (el amor lo puede todo).
* Se piensa que sólo hay un amor verdadero (hay una persona especial para cada quien).
* Se establece el amor, como sinónimo de pasión y de unión sexual.
* Se considera que el amor implica éxtasis y dolor.

Divorcio

En el matrimonio tradicional, cada parte contaba con funciones específicas: el marido, la autoridad y el soporte económico; la mujer, el mantenimiento de la casa y el cuidado de las hijas/os. Esta situación ha cambiado en los últimos años en las grandes urbes. El divorcio se ha convertido actualmente en algo tan común que incluso forma parte del matrimonio. 25 de cada 100 personas que se separan consideran su divorcio como una experiencia espantosa.

No todos los divorcios producen consecuencias negativas; en muchos casos el divorcio es la forma de terminar con una relación que daña y afecta no solo a las partes sino también a las hijas/os, transformándose así en la oportunidad de una auténtica liberación. La libertad recién adquirida y el cambio de rutina pueden ser positivas, una oportunidad de reiniciar una vida relativamente libre de conflictos. Hay, además, otros dos aspectos del divorcio que se pueden tomar en cuenta:

a) la oportunidad de recuperar el control de la vida, y
b) la seguridad de que uno puede defender los intereses de sus hijas/os sin el miedo a continuar en una relación de abuso o bajo la tensión de los conflictos.

La realidad es que la mayoría de las personas experimenta un gran dolor como resultado del divorcio. La mayoría de estas emociones negativas es consecuencia de tres factores interrelacionados:

1. - El divorcio termina con el ideal y las expectativas con las que se inicio el matrimonio.
2. - El divorcio crea una realidad “nueva”, que puede ser inicialmente incómoda y amenazante.
3. - El divorcio supone una ruptura con la rutina cotidiana, y forza al desarrollo de hábitos nuevos en la vida diaria.


Como factores que influyen para el divorcio se pueden mencionar

^ Que en el modelo donde hombre y mujer, trabajan y se sacrifican por su carrera, impide que pasen tiempo juntos, lo que es muy importante para la pareja, ya que alimenta la relación y sana las posibles heridas. Cuanto más insatisfactoria sea la relación, mayor será la probabilidad de divorcio. Las parejas mal avenidas experimentan problemas en el área de la comunicación así como la poca habilidad para resolver los conflictos.

^ Los medios de comunicación, presentan estereotipos a seguir; nuevos aparatos que comprar para bajar de peso, nuevos lugares que visitar para vacacionar, nuevos carros de lujo que manejar, etc.; en fin un mundo de imágenes que invitan casi obligando a adquirirlos, aún cuando no se cuente con el ingreso para hacerlo; o bien a pensar que los ratos valiosos con nuestra pareja no tiene importancia alguna.

^ Anteriormente, divorcio, era casi una palabra innombrable entre la sociedad, y por eso las expectativas de pareja eran diferentes. Ahora esto ha cambiado, y vemos que una ruptura matrimonial se toma con ligereza, hasta los amigos suelen alentar para terminar dicha relación ante el mínimo incidente. Incluso hay quienes aún antes de casarse ya piensan en un divorcio al mencionar: “Si mi matrimonio no funciona, o se acaba el amor, me divorcio”. La realidad actual es que el divorcio ha pasado de ser considerado como el último recurso, al primero.

^ Los valores y los objetivos de cada persona pueden también haber contribuido al aumento de la tasa de divorcios. Los individuos cambian con la vida matrimonial e incorporan a esta su historia personal y psicológica, las que si no se busca conciliar pueden llegar a ser motivo de fractura.

^ Además y enarbolando la revolución sexual, bajo la bandera de “mente abierta”, es más frecuente escuchar términos como infidelidad, adulterio, unión libre, intercambio de parejas, etc.. Lo que antes en el matrimonio era compartir junto a una misma persona el resto de nuestras vidas, hoy pareciera ser “tonto” si se queda en permanencia voluntaria con una misma persona toda su vida. Sí, los tiempos han cambiado, y aunque hay mayor apertura a los temas sobre sexualidad y relaciones, esta revolución ha llevado al desgarrar el matrimonio.

Pero es muy importante al hablar de divorcio, tener en cuenta que el trámite legal para la disolución del vínculo matrimonial, no pone fin al cúmulo de emociones que se encuentran inmersas en una relación. El divorcio emocional, es la cadena de eventos y sentimientos que siguen y continúan mediante el proceso del divorcio; la separación emocional es en ocasiones mucho más difícil de llevar a cabo que el trámite ante un Juzgado. Pero eso, es otra historia….